El sargento reservista del Ejército colombiano, Alexander Chala, representante de la Corporación Veteranos por Colombia, es uno de los escasos militares que se ha posicionado junto al pueblo en las masivas protestas que están agitando Colombia durante este mes de mayo y que han provocado, incluso, que la CONMEBOL haya decidido que la Cópa América de fútbol solo se celebre en Argentina (inicialmente, Colombia y Argentina compartían sede).
Su defensa de la ciudadanía, especialmente de los jóvenes, los que están liderando las protestas, y sus denuncias de la represión de las fuerzas policiales y militares colombianas le han puesto en la diana. Ahora es un objetivo más en un país que lidera el infame ránking de líderes ecologistas asesinados a nivel mundial, más de sesenta en el año 2019, y que no tiene problema alguno en liquidar a quien se enfrenta al Estado, ya sea bombardeando niños, a los que el ministro de Defensa ha llegado a calificar de «máquinas de guerra», o secuestrando y ejecutando disidentes o ‘ilegales’. Un Estado fallido y represor que se ha convertido en el mayor productor de cocaína del mundo, el 70% a nivel mundial, y en el mejor socio de la OTAN y de los Estados Unidos en Latinoamérica.
Sin embargo, Alexander Chala no tiene miedo y continúa denunciando, aun cuando en las últimas horas el general Zapateiro, jefe del Ejército colombiano, le ha exigido por escrito una rectificación, según ha publicado el propio sargento Chala en su cuenta de Twitter, la cual habría sido enviada también a la Fiscalía General de la Nación. En ella el general Zapateiro solicita al sargento reservista que se retracte de sus declaraciones de apoyo al paro nacional dado que dicho apoyo, según el alto mando militar colombiano, genera violencia e incita a la guerra y el terrorismo, además de dañar la imagen del Ejército colombiano. La respuesta de Alexander Chala deja poco margen a la duda, ya que acusa al Estado de criminalizar las protestas y reprimirlas con brutalidad, llegando a secuestrar y asesinar disidentes junto a grupos paramilitares, y asegura estar dispuesto a asumir las consecuencias de sus denuncias.
«Están secuestrando y asesinando a nuestros jóvenes»
Sin duda, una de las denuncias más serias la constituye la acusación a las fuerzas policiales y militares colombianas de actuar en connivencia con grupos paramilitares en la desaparición y el asesinato de los jóvenes que están liderando las propuestas. Una actuación que, de confirmarse, solo añadiría una página más a la negra historia de Colombia, todavía pendiente de desvelar por completo el historial de ‘falsos positivos’, y en general de esa América Latina que, en las últimas décadas, susurrada por los Estados Unidos, ha sido capaz de cometer casi cualquier atrocidad.
No es la única denuncia, pues el sargento Chala también denuncia la compra de armamento en plena pandemia, la carencia de un futuro para los jóvenes o los abusos y acosos sexuales que están sufriendo, como castigo añadido, aquellas jóvenes que también están liderando las protestas.
Por su valentía, la voz del sargento reservista Alexander Chala debe llegar a la ciudadanía, pues solo de esta manera sus denuncias podrán ser investigadas. Aquí tienes, por si te interesa, la entrevista completa, realizada hace escasos días, el pasado 17 de mayo.
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Luis Gonzalo Segura fue militar del Ejército español durante trece años hasta que fue expulsado por denunciar en una novela y en diferentes actos los privilegios anacrónicos, los abusos, la corrupción y el predominio ultraderechista de la cúpula militar. Es autor de las novelas Un paso al frente (2014) y Código rojo (2015) y los ensayos El libro negro del Ejército español (2017), En la guarida de la bestia (2019) y El Ejército de Vox (2020).