La canciller alemana Angela Merkel respondió a Laura Castel, senadora de Esquerra Republicana de Catalunya, durante la videoconferencia de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa celebrada el pasado martes 20 de abril de 2021 que para el Bundeswehr, el Ejército alemán, “es muy, muy importante” resolver con “decisión», «transparencia» y «publicidad” los incidentes relacionados con el extremismo, “en especial con la ultraderecha”.
Laura Castel interrogó a la canciller alemana al respecto de los últimos escándalos ultraderechistas acaecidos en los últimos meses en el Ejército español, entre los que destacan los vídeos publicados por Miquel Ramos, tanto en La Marea como en su cuenta de Twitter, en los que militares uniformados o en festividades castrenses aparecían entonando canciones de un conocido grupo musical neonazi; el informe enviado a Defensa sobre la infiltración de un grupo neonazi; las cartas enviadas por varias promociones militares a Felipe VI; o el chat en el que se aludía a fusilar a 26 millones de ciudadanos y la efeméride franquista de La Graña, desvelados en mi cuenta de Twitter.
Pero la canciller alemana no solo se mostró extremadamente contundente sobre la presencia de la ultraderecha en las fuerzas armadas y la forma en la que se debe combatir, sino que añadió que en el Bundeswehr los mandos militares son capaces de “hablar políticamente a los soldados en valores democráticos” en base “al principio Innere Führung” de liderazgo interno. Una didáctica democrática inconcebible en el Ejército español.
Entre otras cuestiones porque, a pesar de los escándalos y del extenso historial de incidentes ultraderechistas perpetrados en los cuarteles españoles –que documenté tanto en El libro negro del Ejército español (2017) como en El Ejército de Vox (2020)–, los gobernantes españoles, al contrario que Angela Merkel, han minimizado la presencia y la influencia de la ultraderecha en el Ejército español. Baste señalar a la ministra de Defensa, Margarita Robles que afirmó que los ultraderechistas solo constituían una minoría; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que pasó de puntillas por el asunto; o el jefe del Estado y destinatario de varias misivas ultraderechistas, Felipe VI, que mantuvo un escandaloso silencio.
Extenso historial de incidentes ultraderechistas militares en el Ejército español
Sin embargo, solo en los últimos veinte años se han producido más de cincuenta incidentes ultraderechistas de gravedad en los cuarteles militares españoles, tal y como enumero en El Ejército de Vox, siendo estos solo una pequeña parte del problema ideológico del Ejército español. Una prueba de ello la podemos encontrar en los últimos incidentes publicados, una docena entre noviembre de 2020 y enero de 2021: tres misivas ultraderechistas al rey, dos chats incendiarios, cuatro vídeos de militares cantando canciones neonazis, una efeméride franquista, un manifiesto ultraderechista y un informe sobre la presencia de una célula neonazi. No es que antes o después de este período no se produjeran más, es que no hubo los suficientes focos.
Porque, como se puede comprobar, en el histórico de incidentes ultraderechistas militares en España encontramos escándalos de todas las magnitudes en todos los ejércitos y escalas, casi siempre con los mismos objetivos: Catalunya, la Izquierda y la defensa del dictador Francisco Franco.
Entre las llamadas a una intervención militar en Catalunya debemos destacar al general Juan Chicharro, que fuera ayudante de campo de Juan Carlos I, y al teniente general Mena, que amenazó en un acto público y vestido de uniforme con una intervención militar en el año 2006 mientras se negociaba el Estatut de Catalunya.
Las amenazas a la Izquierda se han producido con casi todo tipo de variables posibles, desde extravagantes retos a muerte a Willy Toledo hasta alarmantes cartas amenazantes a políticos o artículos de opinión exaltados, siempre en una línea muy afín al partido político ultraderechista español Vox, el cual integra a la inmensa mayoría de los altos mandos militares españoles que han decidido participar en la política.
Pero, quizás, el desafío más importante desde la amenaza del teniente general Mena en 2006 o las intentonas golpistas de los años ochenta lo constituye el ‘Manifiesto de los Mil’, un manifiesto de apoyo a la figura de Francisco Franco impulsado en el verano de 2018 tras la decisión del Gobierno español de exhumar los restos del dictador que, inicialmente fue firmado por casi doscientos altos mandos militares, cifra que superó ampliamente el millar, y que terminó con la expulsión de… un militar demócrata.
Porque, lamentablemente, el actual JEME, Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, Francisco Varela Salas, sancionó al cabo Marco Antonio Santos Soto por firmar un contramanifiesto democrático, y pidió a la Guardia Civil una investigación de su actividad en las redes sociales como represalia. Investigación que concluyó con su expulsión tras la ratificación de Margarita Robles y que jamás sufrieron los militares ultraderechistas.
¿Cómo van a enseñar valores democráticos los militares ultraderechistas españoles?
¿Cómo van a educar los altos mandos militares españoles en valores democráticos a los soldados, como ocurre en Alemania, cuando son, precisamente ellos, los que protagonizan sonados escándalos ultraderechistas una vez pasan a la reserva o se jubilan? ¿Acaso los más de mil altos mandos que firmaron el manifiesto a favor de la figura de Franco podrían haber educado en valores democráticos al resto de la milicia mientras estuvieron en activo? ¿Puede el actual JEME, Francisco Varela Salas, educar en valores democráticos cuando expulsa a un militar como represalia por firmar un manifiesto antifranquista al tiempo que sanciona con tibieza a militares que cantan canciones neonazis y a altos mandos que firman manifiestos o efemérides franquistas?
Porque lo cierto es que las sanciones a los ultraderechistas militares, cuando las hay, son siempre escandalosamente reducidas. El teniente general Mena, el teniente coronel Area Sacristán –que publica en la Fundación Nacional Francisco Franco– o los militares que cantaron apasionadamente letras neonazis con el brazo en alto dentro de un cuartel militar tan solo fueron sancionados con unos días de arresto o de multa. Más indemnes resultaron la mayoría de militares que protagonizaron incidentes ultraderechistas, como Juan Chicharro, que no fue ni siquiera sancionado por alentar una intervención militar en Catalunya o Miguel Alcañiz Comas, que fue ascendido por Pedro Morenés y María Dolores de Cospedal y mantenido por Margarita Robles como jefe de la UME después de ensalzar a un teniente del franquismo y de la División Azul en el año 2013.
Por todo ello, escuchando a Angela Merkel por un lado y a Margarita Robles, Pedro Sánchez y Felipe VI por el otro, no es de extrañar que Alemania haya expulsado en los últimos años a centenares de militares por su pertenencia o cercanía a la extrema derecha o haya disuelto unidades mientras que en España los altos mandos ultraderechistas son protegidos y los principales perseguidos y expulsados son los militares demócratas.
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TRANSCRIPCIÓN PREGUNTA Y RESPUESTA
Pregunta de Laura Castel, senadora de Esquerra Republicana de Catalunya:
In Europe the entry of the extreme right parties is altering the fragile human rights systems that has cost us so much to build and threatens the lower democratic standards.
I want to draw your attention on the infiltration of neo-Nazism ideology in the Spanish Army. Here are a few examples. We have Air Force members glorifying the Fascist regime and defending extermination of 26 million Spaniards, and soldiers singing neo-Nazi songs in official facilities.
In Spain the head office of the army is the head of state, it is the King. Therefore, there were no sanctions, no accountability. On the contrary, the tolerance is outrageous and the government is minimising the problem. With that situation in mind, I would like to ask you what input and suggestions you could give us according to similar situations happening in Germany. How did you address the issue in Germany?
Respuesta de Angela Merkel, canciller alemana:
Then there is the question of neo-Nazism in the army, we have also had such incidents in Germany and there it is very important that the most resolute clarification is carried out, that things are made transparent and that they are also made public. For us in the Bundeswehr it is very, very important. We have the principle of internal leadership management – the principle of Innere Führung – that means that all ranks are not only militarily trained, but are also politically able to talk to the soldiers and to promote democratic principles. So on the one hand, this means being tough on extremism of all kinds, especially right-wing extremism, but on the other hand it also means political education, political work, soldiers are citizens in uniform and you must, so to speak, commit to the country’s fundamental democratic values.