Según ha informado Infodefensa el pasado 21 de mayo con motivo de un accidente de un helicóptero Tigre en el ejercicio Adriatic Strike celebrado en Eslovenia y englobado en las maniobras militares multinacionales Defender Europe 21, el Ejército de Tierra español tiene almacenados seis helicópteros Tigre de la versión HAP (Helicóptero de Ataque Polivalente) en un hangar de la Base militar Coronel Sánchez Bilbao, situada en Almagro, Ciudad Real. En esta base militar se encuentra el Batallón de Helicópteros de Ataque nº1 (BHELA 1) en la que operan otros 18 helicópteros Tigre de la versión HAD (Helicóptero de Alta Destrucción).
Tal y como detallo en El libro negro del Ejército español, los seis helicópteros Tigre inmovilizados forman parte, junto a los otros 18 helicópteros operativos, de uno de los famosos Programas Especiales de Armamentos, también conocidos como PEAs, que fueron impulsados en los años noventa por el PSOE y el PP. El programa de los helicópteros Tigre se presupuestó inicialmente en un total de 1.353 millones de euros, pero, como ocurrió en otros muchos programas, el coste final se elevó por encima de lo inicialmente previsto. En este caso, el sobrecoste alcanzó los 1.515 millones de euros.
Por lo tanto, el coste aproximado de las seis unidades de helicóptero Tigre almacenadas sin ningún uso en un hangar manchego sería de unos 378,75 millones de euros. Estos casi cuatrocientos millones de euros llevarían almacenados, como mínimo, cinco años, dado que el último helicóptero Tigre fue ensamblado en junio de 2016. Con todo, lo peor del asunto es que en la propia información se detalla que el Ejército español quiere adquirir otros seis helicópteros Tigre del modelo HAD. Es decir, alguien compró lo que no debía o pretenden que compremos, otra vez, más helicópteros que no necesitamos, porque lo cierto es que el dimitido JEMAD, Miguel Ángel Villarroya, aseveró en noviembre pasado que el Ejército español solo podía pagar el 51% del mantenimiento del armamento y que gran parte de este permanece almacenado. ¿Para qué comprar más armamento si no puedes mantenerlo?
Defensa intenta ocultar el escándalo
Tener estos seis helicópteros almacenados no parece casualidad, pues el Ejército español barajó la posibilidad de dar de baja estos helicópteros en febrero de 2020, días antes de la expansión de la pandemia en España. Seguramente, alguien en el ministerio de Defensa, quizás Margarita Robles, debió pensar que dar de baja helicópteros por valor de casi 400 millones de euros en plena pandemia no quedaría muy bien, sobre todo cuando entre sus planes se encontraba firmar la adquisición definitiva de 348 blindados 8×8 por un total de 2.100 millones de euros. Por ello, ahora mismo se baraja que estos seis helicópteros se conviertan en piezas de repuesto para los otros dieciocho helicótperos operativos. De esta forma, sería más sencillo ocultar el despilfarro.
No es un caso único
Por desgracia, tal y como quedó demostrado en el ensayo antes señalado, El libro negro del Ejército español, no se trata del único material militar almacenado, ya que, también en Castilla La Mancha, que parece ser se ha convertido en un gran almacén militar, estuvieron o están almacenados tres helicópteros NH-90, por falta de personal para su vuelo (también en Almagro), y doce aviones Eurofighter, por cuestiones fiscales (en Albacete). Para contextualizar, señalar que los tres helicópteros NH-90, con sobrecostes incluidos, superarían los 75 millones de euros, unos 225 millones de euros en total, y los doce Eurofighter costaron la exagerada cifra de 175 millones de euros cada uno, lo que suman más de 2.100 millones de euros. Por tanto, antes de conocer el almacenaje de estos seis helicópteros Tigre por valor de 380 millones de euros almacenados en un hangar de Ciudad Real, España ya había almacenado helicópteros y aviones por más de 2.325 millones de euros. Y lo que es más grave, no sabemos si a día de hoy todavía siguen almacenados. Por tanto, estamos hablando de más de 2.700 millones de euros en material militar almacenado en hangares manchegos.
Por si fuera poco, habría que señalar que existe otro costoso material militar que también ha estado almacenado como carros de combate, vehículos blindados…
Puertas giratorias para la cúpula militar y los políticos, mal negocio para los ciudadanos
A pesar de las manifestaciones de Margarita Robles al respecto de los parabienes del gasto militar, que ella asevera que se trata de “gasto social” porque genera empleo, lo cierto es que el gasto militar genera muchos menos puestos de trabajo por cada millón de euros invertidos que el gasto sanitario, educativo, científico o inmobiliario, por señalar algunos. Ello se debe a que la gran mayoría de los beneficios de la industria militar quedan en manos de los propietarios y de los bancos que les apoyan, pues la venta de armas se trata de uno de los mercados con precios más variables debido a la opacidad con la que se negocian las adquisiciones. Solo los mencionados sobrecostes ya nos dan una idea de la situación.
El interés de las grandes industrias militares y los bancos que les apoyan ha forzado a los dos grandes partidos españoles, PP y PSOE, a comprar armas que ni siquiera se necesitan. Para ello ha sido esencial que personas importantes de los dos grandes partidos políticos, el PP y el PSOE, y de la cúpula militar fueran contratados por la industria militar. Estas contrataciones, estas puertas giratorias, son las que sostienen este modelo de adquisición de armas que termina con casi 3.000 millones almacenados. Y solo en aeronaves.
Ejemplos de puertas giratorias hay por decenas, en El libro negro del Ejército español detallo una gran cantidad de las mismas, pero baste señalar dos: Josep Borrell, consejero y accionista en Abengoa, empresa que se encargó de la fabricación de la propulsión del submarino S-80, el que ni flotaba ni se propulsaba, o Fernando Alejandre, que fuera jefe de Estado Mayor de la Defensa, hoy convertido en consultor de Sener Aeroespacial en febrero de 2021.
Estas puertas giratorias son las que escriben la lista de las compras militares y lo hacen con el único objetivo de aumentar los beneficios de sus empresas para que ello, a su vez, permita sostener sus elevados salarios. Una lista de la compra en la que, desgraciadamente, cualquier barbaridad es posible, hasta comprar lo que no se necesita y denominarlo “gasto social”.
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Luis Gonzalo Segura fue militar del Ejército español durante trece años hasta que fue expulsado por denunciar en una novela y en diferentes actos los privilegios anacrónicos, los abusos, la corrupción y el predominio ultraderechista de la cúpula militar. Es autor de las novelas Un paso al frente (2014) y Código rojo (2015) y los ensayos El libro negro del Ejército español (2017), En la guarida de la bestia (2019) y El Ejército de Vox (2020). Si estás interesado, puedes entrar en la Tienda y adquirir cualquiera de estos libros -> https://www.luisgonzalosegura.es/tienda/